Los proyectos de plantación y construcción comparten algunas características en su planteamiento inicial: ambos son proyectos a largo plazo y la base para su posterior ejecución es la misma: el suelo.
En este artículo, te contaré paso a paso cómo realizar un mapa de suelos y cuáles son los principales limitantes que podemos encontrarnos antes de realizar una plantación de almendros.
¿Por qué es importante la realización de un mapa de suelos previo a una plantación?
El almendro es una especie poco exigente en lo que se refiere a la calidad de los suelos, pero esto no quiere decir que se pueda desarrollar en cualquier tipo de suelo y, sobretodo que se puedan obtener altas producciones en suelos poco profundos, pobres o con limitaciones físico-químicas.
El comportamiento del sistema radicular está condicionado a las características del suelo, siendo siempre los suelos sueltos y permeables los más adecuados para el cultivo del almendro
Antes de realizar una plantación, lo primero que hemos de conocer son estas características para saber si el cultivo de almendro será viable y, posteriormente establecer las prácticas de manejo pre y post plantación más adecuadas.
Estas condiciones de suelo pueden limitan el crecimiento del sistema radicular y tiene una influencia directa sobre el vigor del árbol, su tamaño y en consecuencia la cantidad y calidad de su cosecha.
Si no realizamos este tipo de estudios previos a la plantación, los problemas posteriores que nos surgirán probablemente no tengan solución. A pesar de ello, la realización de mapas de suelo es una práctica poco habitual ¡no seas tú el que mete la pata!
¿Cuáles son los principales objetivos de un mapa
de suelos?
Antes de realizar cualquier actuación a nivel de parcela hemos de plantearnos una serie de objetivos. En el caso de los mapas de suelo previos a la plantación estos son:
IDENTIFICACIÓN DE ZONAS CON LIMITACIONES
En una misma parcela podemos encontrarnos zonas muy diferentes, algunas viables para el cultivo y otras no. Identificar estas zonas con posibles limitaciones es el primer paso, en un apartado posterior hablaré más en detalle de cuáles hemos de controlar en el caso de un cultivo como el almendro.
En primer lugar y antes de realizar ninguna otra acción, hemos de saber si el desarrollo del cultivo del almendro será posible en nuestro suelo. Si alguna de las características de suelo no cumple con los estándares del cultivo hemos de desechar la posibilidad de plantar.
REALIZACIÓN DEL DISEÑO DE LA PLANTACIÓN
Una de las finalidades de los mapas de suelo es identificar los diversos tipos que convergen en la parcela y su distribución para realizar un correcto diseño de la plantación.
Utilizaremos esa información obtenida para: realizar las prácticas de preparación del terreno más adecuadas, elegir el patrón que mejor se adapte a estas características, establecer el marco de plantación y la distribución de las líneas de la misma a lo largo de la parcela… y, por supuesto realizar el diseño de riego en función de las diferentes tipologías de suelo que podemos encontrar.
ESTRATEGIAS DE MANEJO
A través de la realización de estos mapas de suelo, podremos establecer diferentes estrategias de manejo en función de las características de los mismos durante toda la vida de la plantación, eso nos permitirá aumentar las producciones y reducir el impacto medioambiental como consecuencia de la optimización de los recursos.
¿Cómo se realiza un mapa de suelos?
Existen diversas maneras de enfocar un mapa de suelo previo a una plantación. La selección de una u otra dependerá de: tamaño del proyecto, heterogeneidad de las parcelas, disponibilidad de maquinaria, y otros condicionantes.
En este apartado, os voy a compartir un paso a paso para realizar estos mapas de manera sencilla.
PASO 1: Definir puntos de muestreo
Para definir los puntos de muestreo hemos de tener en cuenta las diferentes características de suelo que puede tener nuestra parcela. De esta manera podremos tomar muestras representativas que nos ayuden a tomar las decisiones correctas.
Para ello, podemos apoyarnos en tecnologías que nos permitan conocer cuál es la variabilidad dentro de la parcela (teledetección, mapeo de suelos para la determinación de la conductividad y pH mediante sensores montados sobre maquinaria…), y a partir de ahí realizar las calicatas y muestreos correspondientes.
La otra alternativa, más aplicable en zonas pequeñas es la apertura de calicatas sobre una cuadrícula de 75×75 m (aproximadamente 2 calicatas/ha), pudiendo llegar a cuatro en casos de parcelas con topografía muy irregular.
PASO 2: Apertura de calicatas
Las calicatas deben tener una profundidad aproximada de entre 1,5-1,8 metros. Será conociendo y describiendo todo el perfil como seremos capaces de determinar la viabilidad y posible comportamiento del cultivo que queramos implantar.
PASO 3: Identificación y descripción de los horizontes
En cada calicata, hemos de identificar los diferentes horizontes y definir las siguientes características:
CARACTERÍSTICAS |
Límite superior e inferior (cm) |
Textura aparente |
Porcentaje de elementos gruesos (%piedra) |
Contenido de humedad |
Tipo de estructura |
Presencia de cementaciones |
Color |
Designación del horizonte |
Otras características a destacar. |
PASO 4: Toma de muestras
Una vez realizadas las calicatas e identificado la diversidad de suelos con los que cuenta con la parcela, hemos de tomar muestras de suelo de cada una de las áreas que sean representativas.
Este proceso se puede realizar simultáneamente durante la realización de las calicatas, pero siempre con el cuidado de no mezclar horizontes ni muestras de tipos de suelo diferentes.
El muestreo que hemos de realizar debería contar con muestras de las diferentes zonas y profundidades en las que las raíces van a desarrollarse.
PASO 5: Determinaciones posteriores
Una vez recibidas las muestras y ordenada toda la información recogida tenemos que determinar los siguientes parámetros:
- Profundidad media de los horizontes.
- Drenaje y permeabilidad: conocer la velocidad de infiltración que puede tener el agua en un determinado tipo de suelo nos ayudará a la hora de seleccionar el tipo de emisores y su distancia. A su vez, en las zonas en las que el suelo pueda tener tendencia al encharcamiento por su topografía o textura podremos realizar los trabajos de preparación del terreno correspondiente para que esto no ocasione problemas posteriores.
- Estimación de la profundidad radicular: De acuerdo con las observaciones de campo, hemos de estimar la profundidad radicular. Esto puede representar un factor limitante y a parte nos sirve como ayuda para la posible elección de uno u otro marco de plantación.
- Cálculo de la capacidad de almacenaje de agua de disponible (CRAD) en la zona radicular: esto al igual que lo anterior será muy importante para el diseño de la instalación de riego y nos servirá como indicador para conocer el potencial productivo del cultivo en ese suelo (especialmente importante en plantaciones de secano o con riego deficitario). **Este cálculo tiene una serie de limitaciones, pero puede ayudarnos debido a la sencillez de cálculo que posee y la información que nos puede aportar.
¿Cuáles son los principales factores limitantes para el cultivo del almendro?
Ya he comentado como el almendro es una especie poco exigente en lo que se refiere a la calidad de los suelos, pero aún así existen ciertos factores que pueden impedir su correcto desarrollo y viabilidad.
A día de hoy ya se cuenta con material vegetal que permite la adaptación y buen comportamiento en una gran diversidad de suelos, pero aún así es importante conocer que el almendro no tiene un buen comportamiento en:
- Suelos duros y compactos: Los suelos sueltos y permeables siempre serán más apropiados para que un cultivo encuentre humedad y los diferentes elementos nutritivos que requiere.
- Suelos de textura fina, como los arcillosos: En estos el crecimiento y la expansión radicular es más limitado debido a la escasez de oxígeno.
- Horizontes restrictivos: la presencia de capas freáticas altas, de horizontes impermeables, etc suponen una barrera infranqueable para el desarrollo de las raíces, restringiendo su crecimiento limitando su capacidad de exploración.
- Presencia de sales en el suelo: el almendro es poco tolerante a la salinidad, esta reduce significativamente los crecimientos y la cosecha.
Realizando ciertas labores preparatorias y con la posibilidad de aplicar fertirrigación la influencia de las propiedades del suelo sobre el desarrollo del cultivo es fácilmente controlable. No obstante para un mejor aprovechamiento del potencial productivo tenemos que conocer muy bien esa relación existente entre el suelo y el vigor de la planta con el objetivo de conseguir plantaciones eficientes y rentables.
LA CASA POR LOS CIMIENTOS
Los cimientos de un proyecto de plantación se encuentran en el suelo, ya te he contado lo importante que es realizar este tipo de estudios previos a realizar una plantación y cómo hacerlo de manera sencilla.
Existen muchos y muy buenos profesionales que pueden ayudarte a realizar este tipo de trabajos y apoyarte en su conocimiento seguro que garantiza el éxito de tu proyecto.
Espero haberte ayudado, ¡nos vemos en los próximos artículos!