Enfermedades del almendro: cribado

A lo largo de los distintos artículos de este de blog hemos hablado de las distintas enfermedades fúngicas, tanto principales como secundarias, que afectan al almendro en seto.

En este artículo, vamos a conocer más detalles sobre una enfermedad fúngica, considerada como secundaria pero que afecta a la mayoría de las plantaciones de almendro en seto y que puede ocasionar pérdidas de hasta el 40%, se trata de el cribado o perdigonado del almendro.

¿Cómo se desarrolla?

El cribado del almendro es una enfermedad causada por Stigmina carpophila o Wilsonomyces carpophilus, un hongo que ataca a distintas especies del género Prunus y se encuentra en todas las regiones frutícolas de España. Es importante saber que frecuentemente aparece con Monilia spp.

Este hongo pasa el invierno en los chancros o yemas contaminadas del año anterior, cuando comienza la primavera las esporas se diseminan por la lluvia y el viento, produciendo su contaminación.

Al igual que en el resto de enfermedades fúngicas, las primaveras húmedas aumentan la probabilidad de propagación. Durante el verano si las temperaturas son muy altas el hongo se inactiva, pero en otoño al bajar las temperaturas y aumentar la humedad se produce su segunda fase activa.

Las condiciones climatológicas necesarias para que se desarrolle el cribado son 8-12 horas de humectación con temperaturas de 20-25ºC.

¿Cómo afecta al almendro?

El cribado afecta a hojas, frutos y ramas, produciendo unas manchas rojizo-parduzcas de unos 5 mm que se necrosan.

En las hojas, estas manchas se secan y caen provocando unas perforaciones, de ahí su nombre de cribado o perdigonado.

Danos en hoja
Daños en hoja de almendro – Fuente MAPA

Un ataque fuerte puede llegar a ocasionar grandes defoliaciones, afectando gravemente a la actividad fotosintética del almendro.

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Los frutos y las ramas presentan manchas necróticas, que en el caso de los frutos suelen ser superficiales y en el caso de las ramas forman chancros con exudaciones.

danos en fruto
Daños en almendra por el cribado – Fuente MAPA

En ocasiones estos síntomas se pueden confundir con toxicidad por cobre o herbicidas.

¿Cómo controlar el cribado?

Como en el resto de enfermedades fúngicas, favorecer la aireación de la plantación de almendro en seto es fundamental para disminuir el ambiente húmedo. Para ello realizar una poda adecuada que no favorezca el exceso de vegetación es importante.

Es recomendable tener en cuenta la sensibilidad varietal del almendro a esta enfermedad. Variedades de almendro como Penta o Marcona presentan una menor sensibilidad, Vairo o Lauranne una sensibilidad media y Guara o Antoñeta una alta sensibilidad.

Para controlar el cribado en el almendro de manera química, es importante saber que no hay medio curativos sino preventivos.

Y , si se ha tratado para mancha ocre el cribado se verá controlado. El número de intervenciones dependerá de las condiciones y de la plantación de almendro. Momentos de aplicación de tratamientos químicos:

  • Desde prefloración (estado fenológico C/D) al cuajado del fruto (estado fenológico H). Es el momento de mayor sensibilidad
  • En caso de lluvias y humedades persistentes. Al tratarse de una enfermedad políciclica, si se vuelven a dar las condiciones se vuelve a desarrollar
  • Durante la caída de hojas en otoño para disminuir el inóculo de la campaña siguiente

Para combatir las enfermedades fúngicas es necesario algo más que un tratamiento, por eso conocer muy de cerca estas enfermedades y sus características te ayudará controlarlas y erradicarlas. Y como ya hemos dicho en otros posts, recuerda: todos nuestros enemigos son mortales.

Y el cribado… ¡no es una excepción!

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